miércoles, 22 de septiembre de 2010

ETAPAS

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?

Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y

hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.

No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.

Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.

Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.

Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad.

Pero ... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!
Paulo Cohelo

domingo, 13 de abril de 2008

sábado, 8 de septiembre de 2007

Homenaje a nuestro ángel


Mabel y Silvia

Querida abuela yo también he querido participar en este libro que sé que te hará mucha ilusión. Mi único problema ahora es que no sé por donde empezar ya que han sido muchos los momentos y secretos compartidos durante estos años.
Siempre te he considerado una persona activa, independiente, con ganas de disfrutar de la vida, muy organizada y capaz de hacer realidad tus sueños y alegrar a los que están a tu alrededor.
Tienes muchas cualidades que nos has demostrado y de las que hemos aprendido, y es que no hay nada que se te resista, cocinas de miedo, consigues que cualquier planta florezca sin tener en cuenta la estación del año en la que estemos y eso se debe como tú me dijiste una vez a que tienes “las manos verdes”. Coses superbien ya sea ropa tamaño normal o en miniatura y digo esto porque recuerdo que cuando era más pequeña, te pedí que me vistieras a una muñeca, de porcelana y no sólo lo hiciste por fuera sino que también le cosiste la camisilla el babero, las braguitas y los zapatitos; casi conseguiste darle vida..
También sé que una de tus mayores ilusiones ahora es montar en globo y yo sé, que si quieres hacerlo, lo harás. Por qué si has comido sentada en el suelo con palos chinos, has visitado muchísimos lugares y has hecho siempre realidad tus sueños, esto para ti no es más que una nueva aventura que realizar.
Y ahora termino esta página pero no sin despedirme con un fuerte beso y un gran abrazo.
Te queremos mucho.
Mabel y Silvia

lunes, 18 de junio de 2007

Los mejores años de nuestra vida


El objeto de esta misiva es la de reivindicar una generación, los 80, de todos aquellos que nacimos en los 80 (unos años arriba, años abajo), la de los que estamos currando de algo que nuestros padres ni podían soñar, la de los que vemos que el piso que compraron nuestros padres ahora vale 20 o 30 veces más, la de los que estaremos pagando nuestra vivienda hasta los 50 años.

Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrimos delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria histórica comienza con las olimpiadas del 92. Por no vivir activamente la Transición se nos dice que no tenemos ideales y sabemos de política más que nuestros padres y de lo que nunca sabrán nuestros hermanos pequeños y descendientes.

Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma o el rescate y,a la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos ido a parques de atracciones o visto dibujos animados en color.

Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos y seguimos oyendo que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después de nosotros sí que lo tienen realmente y nadie se lo dice.

Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos "bodrios" como: Reality Bites, Melrose place o Sensación de vivir ( te gustaron en su momento, vuélvelas a ver, verás que chasco).

Lloramos con la muerte de Chanquete, con la madre de Marco que no aparecía, con la Señorita Rottenmayer. Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que nos reímos de un anuncio que decía que si el Madrid era otra vez campeón de Europa, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el primero de los deportes.

Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con la costura torcida; nuestro primer chándal era azul marino con franjas blancas en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados los 10 años.

Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso, los últimos en hacer bup y cou, los pioneros de la E.S.O.

Hemos sido las cobayas en el programa educativo, somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT y a los que menos les cuesta tirarnos del trabajo…

Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes que naciéramos, como si no hubiéramos vivido nada histórico. Nosotros hemos aprendido lo que era el terrorismo, vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yelsin borracho tocarle el culo a una secretaria; los de nuestra generación fueron a la guerra Bosnia,... cosa que nuestros padres no hicieron; gritamos OTAN no, bases fuera; sin saber muy bien qué significaba y nos enteramos de golpe un 11 de septiembre.

Aprendimos a programar el video antes que nadie, jugamos con El Spectrum, odiamos a Bill Gates, vimos los primeros móviles y creímos que Internet sería un mundo libre. Somos la generación de Espinete y Don Pimpón.. Los que recordamos a Enrique del Pozo cantando con ana (abuelitodimetu...) Los mundos de Yupi y las pesetas rubias.

Nos emocionamos con superman, ET o En busca del Arca Perdida. Comíamos Phosquitos y los Tigretones eran lo mejor, aunque aquello que empezaba (algo llamado Bollycao) no estaba del todo mal. Somos la generación del "El coche fantástico", "Oliver y Benjí... La generación que se cansó de ver las mamachichos.

La última generación que veía a su padre poner la baca del coche hasta arriba de maletas para ir de vacaciones. La última generación de las litronas y los porros, y "qué coño", la última generación cuerda que ha habido.

Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes:

Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bags, hacíamos viajes de más de 3h sin descanso con cinco personas en el coche y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños.

Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces.

No había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerras de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos.

Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros ¡y mucho menos ruedas!

Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagio de nada. Sólo nos contagiábamos los piojos en el cole. Ligábamos con las niñ@s jugando a beso, verdad y atrevimiento ;al conejo de la suerte, no en un chat.

Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaban un zapatillazo y te callabas.

Tuvimos libertad, fracaso, respeto, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

ANÓNIMO

Para mi querida generación, mis preciados recuerdos...

Me han mandado este texto en un email y me ha gustado mucho porque es cierto que somos los últimos de una época en la que los juegos eran más caseros y quizás más divertidos, pero a la vez somos los primeros que probamos las nuevas técnologias, el video juego, los moviles... crecimos con personajes en la pantalla que aun se recuerdan con cariño, como espinete, la abeja malla, epi y blas incluso a chicho terremoto etc.. Series como verano azul, la familia breidy, pipi cazas largas, panky bruster... era otro tipo de televisión, existían dos rombos que te indicaban si podias ver la peli o no... en fin se recuerda con cariño la infancia.

martes, 29 de mayo de 2007


De hace unos años atrás, mi vida ha ido cambiando casi sin darme cuenta, algunas de mis ilusiones del pasado son hoy metas alcanzadas, otras sin embargo pertenecen al cajón de los sueños rotos. En el constante subir y bajar de la noria de mis emociones, he dejado atrás amores olvidados, compañeros de rutina que han seguido otros caminos,he aprendido a caminar lejos de casa, disfrutado de nuevas amistades,valorado y reconocido quienes son los de siempre, aquellos que este dónde este, van conmigo. He reido, he llorado y hasta hoy no me había parado a pensar en todo ello...aun me quedan tantas cosas por hacer que se que todo esto, formará mañana parte de esa esencia que forma a cada individuo. Hoy por hoy solo sé que tengo tan lleno el baúl de los recuerdos que ahora lo que se me amontonan son nuevos sueños cuya meta es siempre la misma, ser feliz.

No hace mucho también aprendi que hay que escuchar a nuestro corazón y disfrutar de cada instante.. cuando alguien se nos va de nuestro lado, nos deja un gran legado, en este caso se nos fue una abuela, una madre, una heroina, una amiga y una gran mujer y quizas sea por ella que hoy tengo un día de esos en los que la rutina, no es impedimento para recordar lo verdaderamente importante, que es vivir la vida y dar gracias por lo vivido y recordar a todos aquellos con los que he compartido mis penas y alegrías. Abuela, comienzo mi blog, recordandote, también a ti Paco, amigo, esten donde esten les llevo en mi corazón.

Para Paco por Cifu


Parte de lo que soy es culpa suya, es culpa tuya, Paco. Tu me abriste las puertas al otro lado de la musica, a la magia de los trovadores y la pasion por la guitarra, te metiste en mi piel donde grabaste acordes y versos, me hiciste adicto a tus melodias y las rutas de los bares con musica en vivo, a la pequeña y humilde carretera que sigue un cantautor, tu me enseñaste tanto que no podre agradecertelo jamas, porque mas alla de estar condenado a recordarte con cada cancion, lo estoy a recordar lo fuerte que fuiste, tu que has sido ejemplo para todos, enseñaste al mundo que no hay batalla imposible, porque para todo el que te conocio tu venciste en tu lucha...porque no te has ido…y no te iras jamas.

Para mi siempre seras un autentico heroe, guitarra en mano, alguna picara sonrisa camuflada de ironia y en el pecho el escudo de superman, tu buen humor como bandera dando significado a la palabra amistad…porque esa la imagen que me queda de ti, junto a tantos recuerdos esa imagen esta insertada en mi alma como a fuego, y si existe algo mas que esto, alli te vere de nuevo con un ron en la mano y citando a sabina...asi que amigo, nos vemos en los bares, que si existe dios seguro que te acompaña mientras cantas "semilla en la tierra".